El 2013 está lleno de expectativas macroeconómicas, las cuales se soportan en variables ambientales, culturales, religiosas, productivas, comerciales, económicas, entre otras.
Se trata de una situación de orden mundial que se refleja a una escala diferente en los diferentes países y cuyo impacto depende del nivel de vinculación que posea cada uno con los factores generadores de la variación macroeconómica positiva o negativa.
Para las empresas, este nivel de incertidumbre sigue siendo un factor positivo o negativo de cara a los posibles resultados. Cada empresa deberá conocer y leer su entorno de trabajo y los factores críticos de negocio que finalmente los afecte, para bien o para mal.
Por lo anterior, es fundamental identificar esos elementos y las consecuencias que probablemente ellos tendrían sobre los resultados directos de cada empresa. Aquí es donde los directivos deben reflexionar y hacer conciencia sobre dos cosas:
- Diagrama causa-efecto.
- La relación que se crea del costo-beneficio.
La condición directiva más recomendada en la actualidad para el mundo de los negocios es la prudencia, pues al entorno empresarial de hoy le llegan más amenazas por factores externos que por condiciones internas.
Lo anterior crea en muchos casos situaciones insalvables desde lo económico, lo ambiental, lo comercial, lo productivo, entre otros; llevando a un fracaso empresarial.
Con el fin de minimizar esos riesgos y potencializar las oportunidades, es fundamental que todo directivo empresarial cumpla con las siguientes condiciones:
1. Identifique los factores externos que son propios de éxito para su mercado o tipo de empresa.
2. Valore de forma objetiva cuál es su perfil competitivo para atender el segmento de mercado que le interesa.
3. Conozca en detalle los ítems, con sus cifras, que son vitales en la existencia de su empresa. Ya sea que se trate de un proyecto nuevo que va a salir al mercado o de una empresa en funcionamiento, los ítems a tener claramente identificados, cuantificados y controlados son:
• La estructura de los gastos de cada mes, ítem por ítem.
• La estructura de costeo de productos o servicios, donde se incluya el máximo detalle de cada componente.
• Tener claramente identificados y monitoreados los porcentajes sobre las ventas totales del costo de mercancía vendida y el margen bruto de la rentabilidad.
• El nivel del punto de equilibrio para cada mes donde los gastos y costos se cubren de forma total con las utilidades brutas, creando un equilibrio de entradas y salidas.
• Proyectar los posibles escenarios con la información de los puntos anteriores y descubrir si su planteamiento teórico está enfocado en utilidades o si, por el contrario, está orientado a la pérdida.
4. Enfoque las estrategias en el cumplimiento de la tarea y maximice la efectividad de los colaboradores y de los procesos. Lo anterior, por medio de una clara y precisa gestión de liderazgo, donde se planea, acompaña y evalúan los procesos y las actividades.