La estructuración empresarial es un proceso que abarca los aspectos legales, comerciales, de mercadeo, logísticos, financieros y técnicos de cualquier proyecto, ya sea nuevo o en funcionamiento.
Por eso, si eres un emprendedor con un nuevo proyecto empresarial o un empresario en busca de nuevas oportunidades para su negocio, la solución es, sin duda, la estructuración empresarial.
Según Bancoldex “un proyecto empresarial es una iniciativa de negocio cuya meta es la obtención de un retorno económico superior o igual al esperado inicialmente, mediante la debida planeación, organización, ejecución y seguimiento de actividades internas y externas para garantizar cumplimiento del objetivo básico planteado”.
Pero como se trata de un proceso que abarca tantos aspectos de la vida empresarial, es importante contar con una lista de verificación que nos permita en cualquier momento saber si no estamos dejando ningún elemento al azar.
10 puntos que no pueden faltar en la verificación de tu proyecto empresarial
En este post, daremos una mirada a aquellos factores que validarán nuestro proyecto para considerarlo dentro de un plan de estructuración empresarial.
Esta es la lista de chequeo que resultó del “Análisis de los factores que contribuyen al éxito de proyectos empresariales”, realizado por la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid:
1. Determinación: si hay alguna duda o inseguridad, puede presentarse una tendencia a abandonar ante la primera dificultad. Debe haber vocación o necesidad.
2. Tener muy clara la idea de negocio: no es crear un negocio por crearlo sino definir muy bien la actividad concreta que se va a llevar a cabo y definida al máximo detalle.
3. Elaborar un plan de negocio técnicamente bueno y realista: esto permitirá al empresario conocer en números el qué, cómo, dónde y cuándo de su actividad. Así puede identificar puntos críticos y establecer mecanismos que impidan comprometer la viabilidad de la empresa.
4. Asumir riesgos sin temeridad: crear empresa siempre será riesgoso pero cuanto menor sea el número de aspectos situados en zona de incertidumbre, mayores serán las posibilidades de éxito.
5. Conocer muy bien la actividad: la experiencia previa, una buena investigación de mercado o un buen equipo de colaboradores aportará el conocimiento necesario.
6. Contar con una adecuada y suficiente información del mercado (clientes, proveedores, competencia, entre otros): el estudio del mercado debe aportar información relativa a los clientes potenciales que tendrá la actividad, cómo trabaja la competencia y cómo reaccionará con nuestra entrada en el mercado, cómo trabajan los proveedores, entre otros aspectos.
7. Contar con el apoyo del entorno personal: este apoyo resulta más fácil de obtener cuando existe una tradición empresarial en la familia o existe un importante conocimiento y experiencia por parte del empresario.
8. No se debe contar con las ayudas o subvenciones a la hora de calcular la viabilidad en un plan de negocio: si bien las ayudas son necesarias, se trata de un elemento externo a la actividad, por eso, el negocio debe ser rentable sin necesidad de estas ayudas.
9. Las asociaciones empresariales juegan un papel muy importante: su experiencia y conocimiento del sector, en muchos casos, permiten al nuevo empresario acceder a información muy relevante para su actividad.
10. Los socios deben compartir un proyecto: al margen de las cuestiones relacionadas con habilidades y competencias de los socios, es importante que coincidan en visión de negocio, filosofía en cuanto a modelo de empresa, políticas de actuación con clientes, proveedores, empleados, entre otros.
Haz el ejercicio y verifica si tienes más del 50% de acierto para iniciar tu proyecto empresarial. Espera en nuestra próxima entrega, la segunda parte de la estructuración de nuevos proyectos empresariales.